La ginecomastia se define como un aumento del volumen mamario en el varón, debido a una hiperplasia benigna del tejido glandular mamario uni o bilateral. Aunque en la mayoría de los casos es idiopática y peripuberal, requiere la realización de un estudio etiológico completo antes de cualquier tratamiento quirúrgico. Éste se plantea ante la ausencia de regresión de una ginecomastia que causa dolor o problemas sociales. La exploración preoperatoria de la ginecomastia determina la calidad de la piel y el exceso cutáneo existente, el tamaño del núcleo glandular, el exceso adiposo, el tamaño de la aréola y su ubicación. La técnica quirúrgica suele combinar la liposucción y la resección glandular por vía hemiperiareolar inferior. Se puede asociar una técnica de round block en caso de aréola ampliada o de exceso cutáneo moderado. En cambio, las ginecomastias importantes requieren resecciones cutáneas que provocan cicatrices torácicas y una recolocación de la aréola. La ubicación de la placa areolomamilar (PAM) debe ser particularmente cuidadosa y meditada para respetar las exigencias estéticas del tórax masculino. Se trata de una cirugía complicada, que presenta un riesgo considerable de complicaciones y de resultados imperfectos, que requieren en ocasiones una segunda intervención más adelante. Cuando se realiza un análisis preoperatorio adecuado y los distintos procedimientos se llevan a cabo de forma cuidadosa, los resultados suelen ser buenos y mejoran de forma significativa la calidad de vida de estos pacientes.