Los almidones resistentes están formados por dos polímeros, amilosa y amilopectina con capacidad de resistir la digestión y mantenerse intactos en el intestino; se han relacionado con la prevención y control de enfermedades como la obesidad, la diabetes mellitus, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. De acuerdo con diversas investigaciones, se determinó que el almidón resistente cumple con las características necesarias para ser catalogado como prebiótico. El consumo adecuado de estas fibras que se encuentran en los cereales, las leguminosas y los tubérculos, ayudarían a reducir las comorbilidades provocadas por las enfermedades antes mencionadas. El objetivo de este trabajo de revisión fue recopilar información sobre los beneficios del almidón resistente y su relación con la salud.